Salud en trabajadoras sexuales: pruebas médicas disponibles para su bienestar físico y mental

Oct 21, 2025
Salud en trabajadoras sexuales: pruebas médicas disponibles para su bienestar físico y mental
Photo by Reproductive Health Supplies Coalition / Unsplash

En 2024, el Ministerio de Salud de Perú informó que la prevalencia del sida (VIH) se estimaba en un 0,46%. Sin embargo, este dato hace referencia al grupo de gestantes, hombres que mantienen sexo con hombres y trabajadoras sexuales, dentro de una población que oscila entre 30.000 y 60.000 personas. Una cifra baja, pero que no abarca los miles de personas que se dedican al sexo pago en Perú

En la práctica, el acceso a servicios médicos gratuitos o de bajo costo, como son los tests de ITS, vacunas y atención psicológica, existe en el país. No obstante, sigue enfrentando trabas debido a la naturaleza clandestina e informal del trabajo sexual en el país, pues no cuenta con reconocimiento laboral. 

Es por ello que asociaciones de trabajadoras sexuales reclaman la necesidad de fortalecer el acceso a los servicios de salud mediante campañas de prevención y educación sexual. Así, se promueven entornos más seguros y saludables, tanto para trabajadores del sexo como para clientes.

Chequeos y análisis complementarios para la salud general

El cuidado de la salud integral empieza por mantener un control del estado de salud en general. Esto incluye controles de peso, presión arterial, glucosa y colesterol, junto con análisis de sangre y orina. De hecho, a través de los exámenes médicos básicos se pueden detectar enfermedades crónicas, como la hipertensión o la diabetes, que pueden afectar gravemente a la salud a medio y largo plazo con descontrol. 

Cuando se trata del acceso a este tipo de pruebas básicas, los controles sobre la presión arterial o el peso suelen ser gratuitos en los centros de salud públicos. Sin embargo, los análisis de laboratorio, como el índice de glucosa en sangre o el colesterol, pueden implicar un costo reducido dependiendo de la región o del tipo de atención.

Por otro lado, el acceso a vacunas es indispensable en este colectivo, sobre todo las que protegen frente a infecciones frecuentes en esta actividad como son la hepatitis B y el VPH. Es por ello que el MINSA ofrece estas vacunas de forma gratuita en centros de salud públicos.

Pruebas y controles disponibles para la detección de ITS en trabajadoras sexuales 

Debido a la naturaleza de esta profesión, las personas que se dedican al sexo de pago requieren de especial atención en la salud sexual e íntima. Es por ello que los principales exámenes que deberían realizarse son para detectar VIH y sífilis, que pueden hacerse a través de test rápidos o análisis en laboratorio. También se recomienda la detección de hepatitis B y C, gonorrea, clamidia y del virus del papiloma humano (VPH). 

Según un análisis elaborado por el portal AHF Perú, en 2023, más del 30 % de los casos de infecciones de transmisión sexual (ITS) en Perú correspondían a sífilis.

Ahora bien, cuando se trata del acceso a ello, no todo entra. En los centros de salud peruanos, las pruebas de VIH, sífilis y hepatitis B o C se ofrecen de manera gratuita para ciertos colectivos de población, entre ellos las trabajadoras sexuales. 

No obstante, los exámenes específicos de clamidia o gonorrea por laboratorio no entran en las campañas de salud pública. Además, estudios adicionales como la citología cervical (o Papanicolaou), que sigue siendo una herramienta clave en mujeres para la detección temprana de lesiones cervicales, tampoco se realizan de forma gratuita. 

El acceso a métodos anticonceptivos, ¿total o parcial? 

En los centros de salud peruanos, los métodos anticonceptivos como condones, píldoras e inyecciones se ofrecen de forma gratuita, mientras que los implantes o DIU suelen requerir un pago reducido.

Cabe destacar que el uso de preservativo en el trabajo sexual no debe tomarse como una opción, sino como una norma no escrita que refleja responsabilidad y profesionalidad.

¿Con qué frecuencia deben realizarse los controles de salud sexual?

Para las personas con múltiples parejas sexuales, es importante realizarse chequeos de detección de ITS al menos una vez al año. Ahora bien, cuando hay prácticas con alto nivel de exposición o directamente sin protección, totalmente desaconsejadas dentro de este sector por falta de responsabilidad y profesionalidad, se aconseja repetirlas, al menos, cada seis meses. Sin embargo, en la práctica, mantener este control no siempre es posible. 

La salud mental y el bienestar emocional, las más olvidadas

Por desgracia, el bienestar psicológico suele ser el gran olvidado en el trabajo sexual. Diferentes estudios a lo largo de América Latina demuestran que la mayoría de personas que se dedican al trabajo sexual son mujeres con personas dependientes a su cargo. Es por ello que las kines suelen enfrentar altos niveles de estrés, ansiedad o depresión debido a la inseguridad e informalidad de su situación laboral. 

Un estudio realizado con 117 trabajadoras sexuales en Perú reveló que el 56 % presentaba síntomas de depresión, evidenciando la necesidad urgente de integrar la atención psicológica en los programas de salud para este grupo.

El acompañamiento psicológico no solo mejora el bienestar individual, sino que también fortalece la autoestima y brinda estrategias de autocuidado, fundamentales para llevar una vida laboral y personal separadas y saludables.

En el sistema público, el acceso a la atención psicológica es gratuito en centros comunitarios o programas de salud mental, aunque los tiempos de espera suelen ser largos y variar entre regiones. Es por ello que los grupos de apoyo y programas comunitarios que organizan asociaciones de trabajadores sexuales, como RedTraSex y Aprosex, contribuyen a promover la estabilidad emocional de sus afiliados. 

Además de asesoramiento legal, también ofrecen asesoría, acompañamiento y espacios seguros donde este colectivo puede acceder a controles y orientación sin ser juzgado.

El cuidado de la salud integral, un derecho en trabajo sexual

La salud integral de las trabajadoras sexuales en Perú debería abordarse desde una perspectiva amplia que incluya la salud física, sexual y mental. Además, garantizar el acceso a la salud sin discriminación es un derecho reconocido por las políticas nacionales.

Asimismo, acceder regularmente a los servicios médicos, mantener la vacunación al día y cuidar la salud emocional son pasos fundamentales para ejercer el trabajo sexual de forma segura y con dignidad. Sin embargo, en la práctica, no siempre es fácil. 

Es por ello que las políticas públicas y organizaciones sociales cumplen un papel esencial para asegurar que estos derechos se cumplan de manera efectiva, promoviendo una sociedad más justa y saludable para todas. Y no olvidar que los servicios deben asegurar confidencialidad, respeto y trato digno, evitando la estigmatización que aún afecta a muchas trabajadoras sexuales en el país.