En Ecuador, hasta julio de 2025, más de 10 millones de personas poseen un smartphone. Esta cifra evidencia que el acceso a Internet ha aumentado con los años y que hoy hay un entorno digital donde la exposición es constante. En ese contexto, mujeres, hombres y personas trans que ofrecen servicios sexuales a través de plataformas como SimpleEscort Ecuador enfrentan riesgos particulares. De hecho, el 93% de las visitas a SimpleEscort se hacen mediante un celular.
Según la Red Global de Proyectos de Trabajo Sexual, quienes ejercen el trabajo sexual han sido históricamente las primeras usuarias de Internet en búsqueda de condiciones más seguras para trabajar, especialmente para reducir los riesgos de criminalización en las calles o espacios públicos. Además, el uso de las tecnologías de la información y comunicación ha crecido entre las trabajadoras sexuales, pues les permite difundir publicidad de sus servicios sexuales, acceder a páginas de escorts, citas o espacios de webcam, y así encontrar, seleccionar o descartar usuarios con mayor autonomía.
Este artículo reúne recomendaciones prácticas para navegar mejor en todos esos espacios digitales, fortalecer la protección de la identidad personal, evitar fraudes, estafas y disminuir situaciones de vulnerabilidad tanto dentro y fuera de la web.
Protege tus datos personales
En Ecuador aún persisten el estigma, la discriminación y la violencia hacia el trabajo sexual y la autonomía corporal. Ciertos sectores de la sociedad aún no comprenden que el trabajo sexual también es trabajo. Por eso, proteger tu identidad es una medida de seguridad necesaria, para disminuir el riesgo de ataques xenófobos, racistas, homofóbicos, transfóbicos u otros.
Para esto, puedes usar un seudónimo, nombre ficticio o artístico, no tu nombre real. Aunque SimpleEscort solicita verificación de identidad al momento del registro para garantizar fiabilidad, esa información no se expone públicamente.
El uso de nombres alternativos es importante, porque, debido a los algoritmos de las redes sociales, tu información personal puede aparecer en plataformas como Facebook o Instagram y hacerse visible para familiares, conocidos o incluso para los propios usuarios. Esto aumenta el riesgo de ser víctima de outing - revelación sin consentimiento de que una persona ejercer el trabajo sexual - o doxxing, que implica la difusión sin autorización en línea de la identidad, información personal, ubicación o datos de contacto.
También es prudente usar un correo electrónico alterno, o sea exclusivamente dedicado a tu actividad laboral, así como un número celular independiente para anunciar servicios o coordinar encuentros presenciales.
Estas decisiones separan tu vida personal de la laboral y se minimizan los riesgos de exponerse a prejuicios y, sobre todo, a ser víctimas de diversas formas de violencia sexual digital, reconocida en la ley ecuatoriana como uno de los tipos de violencia contra la mujer.
La violencia sexual digital ocurre cuando se vulnera o restringe el derecho a la intimidad de las mujeres en el entorno digital, con el uso de contenido personal o íntimo como desnudos, semidesnudos o actitudes sexuales, dicho contenido puede haber sido confiado en la intimidad o compartido por otros medios.
Publica imágenes con cuidado
Cuando crees un anuncio, evita mostrar completamente tu rostro, tatuajes o marcas que den pistas de tu identidad real. El trabajo sexual en Ecuador aún se ejerce en contextos criminalizados y estigmatizados.
También existe un alto riesgo de que tus fotos sean manipuladas con el uso de Inteligencia Artificial (IA) y utilizadas en actos de violencia sexual digital. Además, la Inteligencia Artificial puede ser utilizada para rastrear tu información por gobiernos, policía o empresas privadas para criminalizar o restringir el derecho al trabajo, entretenimiento o la libertad de expresión.
Es esencial cuidar fotos e imágenes para evitar la suplantación de identidad o que tus fotos sean usadas por alguien más para ofertar el trabajo sexual. En el caso de SimpleEscort puedes denunciar este hecho, en cuatro pasos:
- Busca el anuncio
- Haz clic en “denunciar anuncio”
- Rellena todos los campos del formulario
- Envía
Refuerza la seguridad de tu celular
En Ecuador y el mundo entero, el smartphone casi es una extensión del cuerpo humano, por eso es indispensable cuidar la información que se almacena ahí.
Para esto, activa autentificación de dos factores (2FA) en todas tus plataformas como correo electrónico, redes sociales, banca móvil. 2FA es una medida de seguridad adicional a la contraseña, que robustece la dificultad para que alguien más acceda a tus cuentas de usuario o aplicaciones móviles.
También es recomendable usar contraseñas distintas en cada cuenta y procurar que sean fuertes combinando mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales.
Los expertos sugieren cambiar la contraseña cada tres o seis meses o cuando haya una alerta de riesgo. También es recomendable apagar y encender el celular al menos cada semana para evitar hackeos o intervenciones maliciosas.
Prioriza métodos de pago que no revelen tu identidad
Al momento de recibir tu pago, opta por el efectivo o usa aplicaciones de cobro que no revelen tu nombre real al cliente, así evitarás posible exposición o vulneración a tu identidad y tu vida personal. Por ende, evitarás un posible cierre o bloqueo de cuentas en plataformas de pago o retención de fondos.
Antes, durante o después del servicio sexual, no abras links que te envíen los usuarios, pues podrían ser intentos de phishing, que es un tipo de ciberataque para robar información confidencial, contraseñas, números de tarjetas de débito, crédito o datos bancarios.
Con estas precauciones, cuidas tu seguridad financiera y tu estabilidad económica, que te permiten ser selectiva o selectivo con el tipo de contenido y servicios que produces y ofreces, y a quién y de qué modo los distribuyes.
Filtra a los usuarios y mantén límites claros
Según datos de la plataforma, los hombres entre 25 y 34 años son los que más navegan buscando servicios sexuales, ellos representan el 28% de usuarios; les siguen los jóvenes de 18 a 24 años en un 21,5%; luego están los hombres entre 55 y 64 años que representa al 13,5% de usuarios.
Es decir, hay una gran variedad etaria entre los usuarios. Muchos acceden a las plataformas con el objetivo de encontrar servicios sexuales acorde a sus gustos e intereses, pero otros pueden intentar extorsionar, acosar, obtener servicios sexuales sin pagar o persuadir para obtener tus datos personales. También pretenden enviar enlaces para hackear o pinchar tu dispositivo.
Para mayor seguridad se recomienda que mantengas comunicación únicamente a través de un número de contacto alternativo al tuyo personal. En caso que lo veas necesario, una buena opción es usar Signal, para evitar que tu número telefónico sea obtenido por el cliente.
Para filtrar usuarios, podrías consultar otras experiencias con grupos de compañeras, y así confirmar la información básica del cliente y acordar lugares conocidos.
Delitos asociados
En Ecuador, tanto el ciberacoso sexual como la extorsión sexual están tipificados como delitos. El primero es reconocido como un delito sancionado con uno a cinco años de prisión, ocurre cuando una persona se aprovecha de su situación de autoridad o poder para solicitar actos de naturaleza sexual a través de las tecnologías de la información y comunicación.
El segundo es sancionado con tres a cinco años de prisión, sucede cuando una persona usa la violencia, amenazas, chantajes para incitar a otra persona a exhibir su cuerpo desnudo, semidesnudo o en actitudes sexuales para obtener un provecho personal o para un tercero.
En resumen, ante cualquier señal de riesgo, lo más recomendable es bloquearlo para evitar posibles agresiones o situaciones de violencia de género digital.
La prevención es la clave
La violencia de género digital afecta de manera particular a las personas que ejercen trabajo sexual. Mucho más cuando el trabajo sexual está atravesado por la pobreza, raza, identidad de género, orientación sexual, situación de movilidad humana, nacionalidad, entre otras.
En general, esta violencia provoca una serie de afectaciones psicosociales, impactos que pueden ser temporales o permanentes para el bienestar físico, emocional o financiero o la relación con la sociedad, la familia o el mundo laboral.
Un estudio realizado en 2022, determina al menos 10 afectaciones a nivel personal, a consecuencia de los ataques digitales de género. Por ejemplo, la persona puede desarrollar ansiedad, apatía, inseguridad, depresión o permanecer siempre en alerta, con miedo y sensación de peligro. También, puede enfrentar autolesiones o intentos de suicidio y desórdenes alimenticios.
Una consecuencia inmediata de un ataque digital suele ser la reducción del uso de las tecnologías de la información y la comunicación. En el caso de trabajadoras sexuales, eso implica disminuir su presencia en plataformas y perder su estabilidad financiera. Esto desemboca en el aumento de la precarización laboral debido a la pérdida de su fuente de trabajo; y la feminización de la pobreza, que es el hecho de que las mujeres tienen menos oportunidades laborales y perciben menos ingresos en comparación con los hombres, para su subsistencia e independencia económica.
En definitiva, en Ecuador, no existe una normativa concreta que proteja el derecho al trabajo sexual, por lo que las mismas trabajadoras deben tomar acciones para protegerse de posibles ataques cibernéticos que dañen su imagen, su vida privada y su economía.