El trabajo sexual en Ecuador se ejerce en un entorno complejo a nivel legal, pues la práctica voluntaria no está prohibida, pero tampoco regulada. Esta ausencia de un marco jurídico claro deja al colectivo en una zona gris donde la informalidad domina y las condiciones laborales dependen del contexto económico local.
Esto ha conllevado que, desde la pandemia, la digitalización haya transformado profundamente el modo en que se conectan oferta y demanda, desplazando parte del mercado presencial de las escorts ecuatorianas hacia plataformas online que ofrecen mayor autonomía, control, seguridad y segmentación de clientes.
Gracias a los datos internos facilitados por SimpleEscort, ofrecer una radiografía inédita del comportamiento del mercado ecuatoriano es más fácil, conociendo quién busca, quién se anuncia y cómo interactúan ambos dentro de un entorno digital que crece sin pausa.
¿Quién busca prepagos en Ecuador? Patrones de navegación y perfil de usuario
Cada mes, más de 220.000 personas navegan entre perfiles de prepagos en SimpleEscort Ecuador, lo que evidencia un mercado digital amplio y estable. Asimismo, el comportamiento de navegación de los usuarios no es superficial, pues tardan un promedio de más de cinco minutos en comparar anuncios, filtrar preferencias y revisar múltiples perfiles.
¿Quién hay detrás de la demanda?
El principal usuario de prepagos ecuatorianos es, según la misma plataforma, varones de entre 25 y 34 años (28%), y con una presencia destacada de jóvenes entre los 18 y 24 años (21,5%). Este equilibrio muestra que el consumo de servicios sexuales online no se asocia a un único grupo etario, sino a hábitos digitales ya extendidos en la población adulta, incluyendo los grupos de 55-64 años (13,5%) y los de +65 años (5,7%).
Además, los intereses generales de dichos usuarios coinciden con los del internauta promedio, es decir, actualidad, deportes, tecnología y viajes. Esto desmonta estereotipos y sitúa al consumidor de escorts como un perfil digital estándar.
Por otro lado, el acceso se realiza desde las grandes ciudades, empezando por Quito y seguido de Guayaquil, Cuenca, Ambato e Ibarra. Una distribución que confirma que el mercado está fuertemente urbanizado y asociado a zonas con mayor conectividad.
Las preferencias de los clientes
El celular domina de manera casi absoluta el acceso al mercado digital: más del 93 % de las visitas provienen de estos dispositivos, lo que sugiere un consumo rápido, privado y altamente geolocalizado.
Sobre las búsquedas, los filtros más utilizados también proporcionan pistas sobre las preferencias de los usuarios. El interés por perfiles trans es significativo (26,5%), seguido por mujeres (22,7%) y hombres (6,2%).
Y las búsquedas por nacionalidad sitúan a las venezolanas como la opción más consultada (19,6%), seguidas por ecuatorianas (12,6%) colombianas (8,8%) y, en menor medida, cubanas (1,4%).
¿Cómo es la oferta de prepagos en Ecuador?
La oferta digital en Ecuador engloba cerca de 7.000 anuncios publicados cada mes, aunque un 38% es rechazado por el directorio por motivos de seguridad y usabilidad.
Además, a falta de cifras oficiales, SimpleEscort cuenta con unas 2.000 personas registradas como anunciantes, es decir, trabajadoras sexuales que mantienen sus perfiles activos a lo largo del país.
Edad y nacionalidades
La mayoría de perfiles son de mujeres, aunque hay una presencia estable de trabajadoras trans y una proporción mínima de perfiles masculinos. Asimismo, la edad predominante entre las anunciantes es joven: más del 64 % tiene entre 18 y 24 años, porcentaje que refleja una incorporación temprana y una adaptación natural al uso de plataformas digitales.
En cuanto a nacionalidades, la oferta es mayoritariamente ecuatoriana (80,8%) pero destaca la presencia de colombianas (9,8%) y venezolanas (8%), y en menor medida las cubanas, turcas y peruanas.
Servicios y estándares estéticos más promocionados
La forma en que los perfiles se promocionan a través de estándares estéticos también revela dinámicas propias de este mercado. Por ejemplo, las etiquetas más utilizadas son independiente, jovencita, universitaria o de lujo, que responden a lo que los usuarios tienden a desear en una profesional de este tipo. Asimismo, a nivel estético, la mención de atributos corporales como big butt o tatuada aparece con mucha frecuencia, reflejando preferencias culturales arraigadas.
En cuanto a los servicios, la variedad es amplia y presenta una mezcla de prácticas. Están las consideradas clásicas, como el sexo oral (65%), tríos (53%) o el sexo anal (52%), y otras de tipo emocional, como el trato de novia (67%) que encabeza la lista de top 10 servicios más ofrecidos en la plataforma, seguido por el beso francés (55%).
También destacan servicios como el masaje erótico, los fetiches, las fantasías eróticas e incluso modalidades vinculadas a la creación de contenido digital, como las videollamadas o los packs de fotos y vídeos.
Un mercado que se ajusta mutuamente: la interacción entre la oferta y la demanda
El intercambio entre usuarios y escorts en Ecuador funciona como un mecanismo de ajuste continuo. Por un lado, quienes buscan servicios afinan sus preferencias a través de filtros que priorizan nacionalidad, edad, estética o tipo de servicio. Por otro lado, las trabajadoras adaptan la forma en que presentan sus perfiles para alinearse con las preferencias más consultadas.
El hecho de que la navegación sea casi completamente móvil tiene un impacto directo en la dinámica del mercado: las elecciones tienden a ser rápidas, comparativas y basadas en perfiles con imágenes y descripciones breves. Esto explica por qué muchos perfiles priorizan mensajes claros, fotografías de alta calidad y etiquetas específicas que facilitan aparecer en resultados filtrados.
Las preferencias hacia trabajadoras jóvenes, mayoritariamente mujeres ecuatorianas, venezolanas y colombianas, conviven con una demanda estable de perfiles femeninos y trans y con servicios que combinan elementos afectivos y sexuales. Esta combinación revela un mercado altamente segmentado donde distintas demandas conviven sin excluirse.
Un mercado cada vez más digitalizado
El mercado ecuatoriano del trabajo sexual online crece sostenidamente, formando parte de la economía digital informal del país. La visibilidad que ofrece internet ha permitido a muchas trabajadoras sexuales puedan autogestionarse gracias a tener más autonomía, más control sobre sus tarifas y sin intermediarios. Sin embargo, la falta de regulación mantiene al sector en una zona de vulnerabilidad jurídica.
Las tendencias a futuro apuntan hacia una mayor concentración del consumo en dispositivos móviles, una profesionalización creciente de los perfiles y un aumento del contenido digital complementario, desde videollamadas hasta packs de fotos.
Este ecosistema, aunque dinámico y en expansión, seguirá moviéndose entre la oportunidad económica y la inseguridad legal mientras no se establezcan políticas que reconozcan la realidad del trabajo sexual digital en el país.