Comentado en anteriores artículos, el trabajo sexual costarricense se encuentra en una zona gris: su ejercicio individual y adulto no es ilegal, pero la falta de regulación específica deja al colectivo sin protección formal. Las asociaciones locales siguen denunciando que este limbo legal provoca estigma, discriminación y vulnerabilidad ante posibles casos de explotación.
Sin embargo, una alternativa segura y que ha tomado fuerza desde la pandemia son los directorios y plataformas digitales, que han abierto una nueva vía para ejercer esta actividad con mayor autonomía y seguridad. La digitalización ha cambiado radicalmente la dinámica del sector adulto. Hoy, gran parte del contacto entre clientes y trabajadorxs sexuales sucede en internet, donde espacios como SimpleEscort Costa Rica han ganado protagonismo.
Este cambio, reflejado en estudios y análisis internos, refleja una tendencia global: el traslado del trabajo sexual desde la calle hacia entornos digitales ha ganado en discreción, independencia y proyección de la imagen personal, donde se han convertido en elementos clave para destacar ante la alta competitividad.
Usuarios online: ¿cómo buscan acompañante los costarricenses?
Según cifras del directorio mencionado, en promedio, la web recibe más de 80.000 usuarios mensuales, con un tiempo medio de navegación de 4 minutos. La mayoría accede desde dispositivos móviles (94%), lo que sugiere un consumo cómodo, privado y con un tiempo de navegación sin prisas.
Los usuarios más activos se conectan desde San José (49%), seguidos por Alajuela, Cartago, Heredia y Liberia, lo que refleja una concentración del mercado en el Gran Área Metropolitana. En cuanto a edad, los grupos predominantes están entre los 25 y 54 años, destacando un 23% el grupo de los 25-34 y un 22% de usuarios entre los 55 y 64, un segmento que muestra la permanencia del interés incluso en edades mayores.
Además, a diferencia de lo que se tiende a pensar, estos usuarios comparten intereses muy comunes en la sociedad, incluyendo el interés por noticias y actualidad (41%), deportes (35%) y tecnología (22%). Esto indica que los clientes no pertenecen a un nicho específico, sino que representan un perfil similar al del consumidor digital promedio.
El perfil de escort más buscado
En cuanto a filtros de búsqueda, los más usados son trans (54%), mujer (38%) y, en menor medida, hombre (7%), lo que sugiere una apertura creciente hacia la diversidad sexual. También hay un interés por las nacionalidades costarricenses (26%) y nicaragüenses (13%). En menor medida, también hay búsquedas de escorts colombianas y venezolanas, lo que refleja las dinámicas migratorias y culturales de la región.
¿Quiénes son las anunciantes? Juventud, diversidad y autonomía
En el lado de la oferta, SimpleEscort registra alrededor de 3.000 anuncios mensuales, de los cuales un 42% son rechazados por incumplir con las normas de usabilidad del lugar. Además, la plataforma cuenta con 2.000 personas registradas que ofrecen sus servicios, lo que indica la creciente confianza en este tipo de espacios para ejercer de forma independiente y segura.
Aquí, la mayoría de las anunciantes son mujeres (93%), aunque también hay presencia de personas trans (5%) y hombres (2%). En cuanto a edades, el 46% declara tener 18 y 24 años, seguido por un 28% entre 25 y 34 años y un 20% entre 35 y 44. Además, las nacionalidades también muestran una composición diversa: casi el 87% son costarricenses, mientras que un 5% nicaragüenses y cerca de un 4% venezolanas. Hay otras minorías presentes también, como son las colombianas y las panameñas.
Los atributos y servicios más ofertados en Costa Rica
En los perfiles de las anunciantes predominan atributos como “independiente” (47%), “culona” (47%), “jovencita” (44%) o “universitaria” (13%). Etiquetas que, más allá del atractivo sexual, reflejan una estrategia de marketing basada en juventud, sensualidad y autenticidad.
En cuanto a servicios, los más comunes son el trato de novia (56%), el sexo oral (49%) y el masaje erótico (43%), seguidos de prácticas más personalizadas como la videollamada erótica (41%) o el fetichismo (37%).
Entendiendo la oferta y la demanda: un mercado que se autorregula
La combinación de datos de usuarios y anunciantes muestra un ecosistema relativamente estable, pues la oferta y la demanda se adaptan entre sí. Las personas del colectivo aprovechan la flexibilidad de internet para diversificar su clientela y mantener autonomía sobre sus condiciones de trabajo, mientras que los clientes buscan discreción y selección personalizada.
La tecnología ha permitido que el trabajo sexual se transforme en un mercado autorregulado, donde la imagen, la reputación y la confianza digital son mecanismos de autenticidad entre las dos partes.
Por lo tanto, se puede concluir que el sector de las escorts en Costa Rica evidencia una transición hacia la digitalización plena. Aunque el trabajo sexual sigue siendo tabú y carente de protección legal, las plataformas como SimpleEscort crean un espacio donde los datos ayudan a entender un fenómeno social invisibilizado.