El turismo sexual en Chile: qué dice la ley y cuál es la realidad en el país

Sep 19, 2025
El turismo sexual en Chile: qué dice la ley y cuál es la realidad en el país
Photo by Chalo Gallardo / Unsplash

Más allá de Pattaya y Cuba, el turismo sexual es un fenómeno global que aparece cuando las personas que viajan a otro país tiene la intención de contratar servicios sexuales. Y en el caso de Chile, resulta difícil establecer zonas, además de que no existe una ley específica que regule este tipo de turismo. Sin embargo, en las sombras, el turismo sexual es una realidad y requiere distinguir entre prácticas consentidas entre adultos de situaciones de explotación o delitos graves.

Turismo sexual en Chile, ¿qué se sabe?

Actualmente no existen estadísticas oficiales de organizaciones gubernamentales sobre la magnitud del turismo sexual en Chile. Sin embargo, hay informes de organizaciones especializadas y documentos públicos, el informe de ECPAT International, que tratan sobre viajes y turismo de este tipo en distintas regiones del país. 

En particular, existen referencias a la Región Metropolitana, de Valparaíso y a zonas del norte, como Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta. En estos contextos, los visitantes incluyen la contratación de servicios sexuales dentro de sus actividades de ocio, lo que se aproxima al concepto de turismo sexual adulto consensuado. Sin embargo, la evidencia sigue siendo muy fragmentada y no se puede precisar la dimensión de este fenómeno. 

¿El trabajo sexual en Chile está regulado? 

La prostitución es legal en Chile cuando se ejerce de forma voluntaria, independiente y adulta. En cambio, lo que sí que está duramente sancionado es el proxenetismo, la trata de personas y la explotación sexual (menores incluidos) con penas de prisión de hasta 20 años.  

En cuanto al turismo sexual, no existe una ley específica que lo penalice como delito autónomo. Sin embargo, cuando esta actividad implica explotación, trata o hay menores involucrados, se aplican las normas penales vigentes, concretamente el Código Penal. 

Cuáles son los riesgos y problemáticas del turismo sexual 

El principal riesgo de este tipo de turismo está en la confusión que puede haber entre la contratación de servicios sexuales de adultos autónomos y las redes de explotación o trata. Aunque el primero no es delito, la frontera puede volverse difusa cuando intervienen intermediarios o cuando la actividad se organiza de manera empresarial. Algo en lo que los visitantes pueden estar participando sin ser conscientes de ello. 

Sin duda, el segundo riesgo es la trata de personas con fines de explotación sexual, pues en los casos detectados, independientemente de que sea o no turismo sexual la finalidad, las víctimas suelen ser mujeres extranjeras en situación de vulnerabilidad.

Ligado a ello está la explotación sexual infantil, que es un delito especialmente perseguido en el país. De hecho, organismos internacionales han señalado anteriormente que Chile es lugar de tránsito y destino en algunos casos, lo que ha llevado a ejecutar campañas de prevención y cooperación internacional.

Finalmente, está la estigmatización de las trabajadoras sexuales locales, que en ocasiones son vistas bajo la sospecha de explotación aun cuando ejercen de manera independiente. Esto tiene un doble efecto: aumenta la vulnerabilidad de las trabajadoras y dificulta diferenciar entre trabajo sexual consensuado y delitos graves.

¿Cómo responde el Estado ante el turismo sexual en Chile?

Como el turismo sexual es una realidad en muchos países, Chile ha desarrollado a lo largo de los años diferentes iniciativas para enfrentar sus posibles riesgos. A través de la Policía de Investigaciones (PDI) y el Ministerio Público, el Estado lleva adelante operativos contra la trata de personas y la explotación sexual. De hecho, la Ley 20.507 refuerza la cooperación internacional, especialmente con países vecinos, para detectar y desarticular redes transnacionales.

Asimismo, hay campañas de sensibilización promovidas por el Servicio Nacional de Turismo (SERNATUR) y el Servicio Nacional de Menores (SENAME) que buscan prevenir el turismo sexual infantil, y concienciar a los visitantes  sobre las consecuencias legales de estas prácticas. 

En Chile también hay turismo sexual 

El turismo sexual adulto y consentido existe en cierta medida en Chile, sobre todo en las grandes ciudades, zonas de alta afluencia turística y regiones fronterizas. El marco legal chileno no establece una ley concreta para el turismo sexual, pero sí que es estricto en la persecución del proxenetismo, la trata y la explotación sexual infantil. 

La línea entre prácticas consensuadas y delitos puede ser difusa, lo que refuerza la necesidad de políticas públicas claras y de continuar fortaleciendo la cooperación internacional en la protección de las personas más vulnerables, sobre todo en menores y víctimas de trata.