Hombre + Hembra = Hambre: una novela experimental y contingente de Eugenia Prado Bassi

Dec 17, 2025
Hombre + Hembra = Hambre: una novela experimental y contingente de Eugenia Prado Bassi

 “Cada texto lleva consigo su propia contradicción”, Jacques Derrida.

Eugenia Prado Bassi (Santiago de Chile, 1962) es una artista multifacética. Diseñadora gráfica (1987) y Magíster en Estéticas Americanas (2022), ambas por la Pontificia Universidad Católica de Chile, se desempeña como autora, editora, ilustradora, gestora cultural y docente.

Su obra reúne libros tan variados como polifónicos, cuyas temáticas tejen raíces en secretos de infancias, obsesiones, feminismos y representaciones del cuerpo.

Ha publicado:

  • El Cofre” (Caja Negra, 1987; Surada, 2001; Palabra Editorial, 2020),
  • Cierta femenina oscuridad” (Editorial Cuarto Propio, 1996; Palabra Editorial, 2020),
  • Lóbulo” (Editorial Cuarto Propio, 1998; Palabra Editorial, 2020);  
  • Objetos del silencio, secretos de infancia” (Editorial Cuarto Propio, 2007; Ceibo Ediciones, corregida y aumentada, 2015; corregida y editada Palabra Editorial, 2022),
  • Dices miedo” (Ceibo Ediciones, 2011; Palabra Editorial, 2022) y
  • Advertencias de uso para una máquina de coser” (E. Carnicera, 2017; Palabra Editorial, 2022).

Además, es autora de la obra de teatro "Desórdenes mentales” (2005) y coautora, junto a su hijo Vicente, de “BluViví y Gusaringo, viajan en la Marcianave” (Ceibo Ediciones, 2014).

Eugenia Prado Bassi

En los próximos días se espera el lanzamiento de “Ecos maquínicos, multimedialidad y cuerpo en Petronila Escudero” y el primer tomo de “Devenir océano”, este último en coautoría con Miguel Denis Norambuena, artista y consultor psicosocial radicado en Ginebra, Suiza.

Mientras el primer libro se presenta como un recorrido analítico que pone en práctica una metodología estético-política aplicada a la obra de la artista, “Devenir océano” se sitúa a medio camino entre el ensayo epistolar y la novela. Se trata de un proyecto de larga duración, compuesto por cuatro tomos, que articula memoria, crónica y una cartografía conversacional.

La labor de Prado, el resultado de la pasión por los libros y sus escrituras

Cofundadora de Ceibo Ediciones y actualmente editora en Palabra Editorial, desarrolla su labor impulsando la literatura independiente a través de proyectos propios y participando de manera activa en la edición y producción de libros variados y singulares (El Mostrador, 2025).

Esta labor, explica, nace de su pasión por los libros, no solo por sus propias escrituras.

Esto me permitió unir mis tres oficios: escritora, diseñadora gráfica y editora, porque en un libro todo importa. Me interesa la experiencia sensible que implica la lectura y como se puede ir expandiendo el mundo de la imaginación y la creatividad; mediante soportes que llevan siglos, poner ojo al tiempo y como detener la máquina y seducir a partir de un objeto que invita seduce a entrar en sus contenidos (El Mostrador, 2025)

El trabajo de Eugenia Prado explora formatos múltiples - digitales, visuales y textuales - en un cruce simbiótico entre redes sociales, diseño y tecnologías. De hecho, este año publicó “El guion”, obra que incorpora imágenes y códigos QR que enlazan a videos de la novela-instalación “Hembros: asedios a lo posthumano”.

Hay algo de ambigüedad, de mezcla, quizá producto de las influencias literarias que han acompañado y conmovido a Prado a lo largo de sus cuarenta años de trayectoria. Se trata de una constelación de autores y tópicos que abarca desde Diamela Eltit y Alejandro Jodorowsky hasta Georges Bataille, Marguerite Duras, el Marqués de Sade o Edgar Allan Poe.

La singularidad emerge allí donde nada parece fijarse ni confiscarse, porque definir es establecer un orden, una construcción. Abastecida de lecturas filosóficas y sociológicas, Prado construye y deconstruye; cuestiona y se cuestiona.

En su página web, la autora define su escritura de este modo:

Se instala en el gesto de literatura y política. Mis desplazamientos oscilan en constante intercambio entre el mundo global y las zonas más profundas de la piel. Allí se genera mi deseo. Conectada al no tiempo de lo simultáneo, busco capturar los flujos actuales, maquinales y rebeldes que nos condicionan

Análisis de “Hembros: asedios a lo post humano”

Me detengo en “Hembros: asedios a lo post humano”, una novela instalación que fue creada y montada originalmente en 2004 por el Colectivo de Artes Integradas (CAIN) y que hoy cobra especial vigencia, con una nueva edición (Palabra Editorial, 2025).

La obra es más que una narración: combina instalación, plástica y tecnologías. Es una hibridación de dramaturgia, novela, música y diseño, en un proceso que no se detiene con la publicación de un libro, sino que es una constante tentativa de expansión. Asimismo, en 2005 John Streeter presentó “Hembros: la música”, un disco con composiciones originales que incluía dos videos.

El título es un juego lingüístico, un palíndromo vocalizado de hombre, donde la autora logra llegar a lo opuesto: “hembra-hembro-hombre, parónimo de embrión” (Loebell, 2000).

Según Loebell

Eugenia Prado se desliza desde un campo metanarrativo, pensando el mundo en mitades, entre el blanco de la página y la escritura, hasta bordear desde su orientación genesíaca una cosmogonía, pasando por Aristóteles, cuando señala que la mujer es 'la mitad del género humano

De allí la analogía manifiesta, casi bíblica, entre Adán y Eva, hombre y mujer, el binario que reproduce la divinidad.

Dice Prado

Hembro es el nombre con que he decidido llamar a personas de múltiples sexo, como nombre genérico que define una especie otra, que incorpora progresivamente esos múltiples signos para una clasificación

Esta obra multimedial se inserta en las discusiones, avanzadas en su tiempo, sobre lo posthumano: las intersecciones entre lo humano y las nuevas tecnologías. En un siglo signado por la transformación constante, este es el ámbito que redefine lo social y el vínculo material y emocional entre sujetos.

La máquina, con sus múltiples textualidades soportadas, supera la antigua distinción orgánico-artificial, difuminando las fronteras físicas. La máquina también modela mentes y cuerpos en un contexto de hiperinformación e hiperconsumo, problematizando las posibilidades de resistencia, acaso si estas existen.

El libro, en este sentido, actualiza el trabajo teórico de pensadores como Donna Haraway en clave artística y performativa, como una experiencia sensorial y escénica. 

Dice la autora:

Es teatro/novela; una actriz y su potencia; un entorno de máquinas dispuestas y adecuadas; trazos escénicos que exploran una mente determinada por la interacción con las máquinas. Un proyecto ambicioso que buscaba el riesgo en un espacio no determinado por los códigos de lo profesional/comercial. Un trabajo fronterizo, para un texto que explora un nuevo psiquismo al que llamaríamos «post humano».

Nos interesaba explorar las interacciones entre máquinas humanas y nuevas tecnologías, capturar signos y símbolos que en un ambiente codificado actúan como modelos imprimiéndose en las mentes y cuerpos de hoy. En su exposición cruda de una nueva humanidad, la escena proyecta un mundo contaminado de sobrecarga y de espacios saturados, que era la idea fuerza de este proyecto, interactuar con los medios productivos en el actual estado de acumulación para sumarnos a una propuesta global expansiva y capturar las novísimas fuerzas que modelan los sujetos, psiquis-mente-cuerpo y que el estado de las cosas y las palabras contienen, en un contexto contemporáneo de precisión y experimentación (Prado, 2020).

Algunos extractos:

Una mente cíborg conectada a la máquina.

Una mente cíborg registrando el mundo y sus oscuridades: ese escenario carnívoro, cruel.

Imaginen lo siguiente: una voz en off con palabras-cuchillo y sonidos de cintas rebobinando, en medio de pantallas con efectos estridentes, fuertes e irritantes. Es como un caleidoscopio psicodélico.

Rebobinar. Rebobinar. Rebobinar. Regrabar. Des/estructurar mensajes. Verificación imposible (Prado, 2025, p. 22).

Tengo esta apariencia extraña, mezcla ajena e insoportable que me excluye. Un ejemplo ambiguo en la necesidad de huir, salir de la tela, del propio tejido, librarse de no sé cuál de todas las trampas. ¿Dónde se pegó esta historia? ¿Dónde me atrapó la misma idéntica historia? Aprendí a someter esta forma mía femenina y ambigua. Me someto. Vuelvo a la trampa sin saber cómo avanzar con este cuerpo mío habitado de signos extraños (Prado, 2025, p.21).

Otro de los textos, llamado “Odio al padre”, que cuenta con videoclip, aborda en clave feminista el patriarcado irradiado a los vínculos familiares: su fuerza, su violencia, sus engaños y las herencias:

Odio a mi padre. Mi padre. El amor no existe. Odio estos mensajes grabados a fuego. El amor no. Mi padre no, tampoco mi madre. El amor no existe. El amor no cuando soy ¿Quién, cuándo soy? ¿Cómo, cuando el amor no existe? Odiar al padre, odiarlos a todos ellos. El amor no existe. Odiarlos a fuerza de la autoridad con odios para calmar mentiras. Odiarlos cuando dicen amor. Odiar a todos los padres y sus instituciones (Prado, 2025, p.13).

En definitiva, “Hembros” es una obra que nos permite reflexionar la complejidad de lo humano enraizado con la máquina en sus múltiples interacciones, curvaturas, degradaciones, y nos invita a tantear interrogantes sobre la cultura, la identidad, la corporalidad y las nuevas tecnologías, sin olvidar que lo que nos hace humanos es una zona en construcción, una zona oscura, donde pujan poderes y tradiciones y donde el deseo habita. Somos criaturas deseantes, llenas de signos extraños.

Reflexiones sobre Hembros aplicado al trabajo sexual

En este libro, Eugenia Prado anticipa una reflexión que hoy resulta especialmente pertinente para pensar el trabajo sexual en contextos digitales.

La obra plantea cuerpos atravesados por la tecnología, subjetividades y una relación cada vez más difusa entre lo humano, la máquina y el mercado. En este sentido, el trabajo sexual digital, marcado por la publicidad en internet, la creación de contenidos digitales, las plataformas de suscripción y, más recientemente, por la irrupción de la IA, ya no puede pensarse solamente desde la presencia física y contingente, el aquí y ahora del cuerpo, sino desde la simulación o la economía de la imagen.

La figura del cuerpo-ciborg que propone la autora dialoga así con un sector donde la tecnología no solo amplía posibilidades laborales y de autonomía personal, sino que también reconfigura las formas de exposición, control y consumo. El mismo trabajo sexual se inscribe, podríamos decir, en una zona híbrida donde lo humano y lo tecnológico se ensamblan, produciendo una tensión insoslayable en las nociones tradicionales de trabajo, corporalidad y deseo.

Referencias

El Mostrador Cultura. (2025, 9 de diciembre). Homenaje a escritora Eugenia Prado Bassi. El Mostrador.

Loebell, R. (2000). Repeso de un ensayo: A propósito de la narrativa de Eugenia Prado. Literatura y Lingüística, 12, 167–181.

Prado Bassi, E. (2020, 11 de mayo). Hembros: asedios a lo post humano, 2005. Eugenia Prado Bassi.

Francisco Simón Marín Naritelli (Talca, Chile, 1986) es un Periodista y Magíster en Comunicación Política de la U. de Chile, y doctorando en Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid. Autor del poemario "Otoño" (Piélago, 2014), el ensayo de investigación "Las batallas por la Alameda. Arteria del Chile demoliberal" (2014), la novela "Desaparecer" (2015) y el libro de cuentos "Interior con ceniza" (2018), estos tres últimos por Ceibo Ediciones. También formó parte de la antología de cuentos "Todo se derrumbó"(Santiago: Ander, 2018). En 2019 publicó el volumen experimental "El perfecto transitivo" y, en 2021, el poemario "Aguante!", ambos con Filacteria. Su último libro es la novela "La sangre que corre por sus venas" (Amuleto, 2024). Exdirector del diario Cine y Literatura (2017-2020), ha escrito en medios como El Dínamo, La Hora y Ojo en Tinta, siendo crítico literario habitual en El Mostrador y radio Bío-Bío. Participó, en octubre de 2020, en la Segunda Feria Internacional del Libro de la ciudad de Nueva York (FILNYC). Entre 2020 y 2023 asistió al taller literario de Gonzalo Contreras, y actualmente se desempeña como profesor de Periodismo en la Universidad Nacional Andrés Bello (UNAB).