La trata de personas es la principal forma de esclavismo moderno más grave y que vulnera los derechos humanos. Este delito implica la captación, el transporte y la explotación de personas con fines sexuales o laborales, entre otros, haciendo uso de la violencia, el engaño y la coacción. Además, las redes de trata suelen estar creadas por organizaciones criminales con una compleja estructura y que operan a nivel internacional, dificultando el trabajo de las autoridades para destaparlas.
Entre 2018 y 2022 se estimó que 1,55 personas por cada mil habitantes fueron sometidas a alguna modalidad de explotación en Argentina, según el Estudio Nacional sobre Trata de Personas 2023 de la Dirección Nacional de Política Criminal.
En las últimas décadas, Argentina ha redactado leyes específicas que sancionan este tipo de esclavismo moderno, así como la creación de organismos especializados y la articulación de políticas públicas. Sin embargo, la complejidad de este delito exige un abordaje integral que incluya prevención, persecución penal y asistencia a las víctimas de redes de trata.
¿Cuál es la situación actual sobre la trata de personas en Argentina?
En el país se rescatan anualmente cientos de personas en situación de explotación. Sin embargo, aunque se han implementado mecanismos para registrar y dar seguimiento a los casos, es muy difícil determinar la magnitud real del problema. Esto se debe al carácter clandestino de esta práctica, que sin duda es mayor a la que reflejan las estadísticas oficiales.
Del 1 de enero al 31 de diciembre de 2023, la Línea 145 recibió 1.941 denuncias de trata y delitos conexos, incluyendo explotación sexual, laboral y ofertas laborales engañosas, según el Ministerio Público Fiscal de la Nación.
Los registros oficiales indican que la trata de explotación sexual, es decir, redes de prostitución, y la trata de explotación laboral son las más frecuentes. En el primer caso, las más afectadas son mujeres y niñas, mientras que en la segunda suele afectar a varones y migrantes.
Además, en los últimos años se han detectado otros tipos de trata de personas, como la mendicidad forzada y la servidumbre doméstica, así como los matrimonios serviles y la extracción de órganos, aunque estas modalidades se registran con menor frecuencia.
Desde SimpleEscort no toleramos el abuso sexual, la trata de personas ni ningún tipo de explotación sexual. Está en mano de todos contribuir en la detección de redes de esclavitud moderna. Por lo que, si crees que una trabajadora sexual, incluso menor de edad, puede estar siendo víctima de trata o explotación, alerta inmediatamente a las autoridades de tu país.
¿Qué leyes argentinas castigan las redes de trata de personas?
La Ley 26.364 de 2008 fue la primera norma que abordó de manera integral la trata de personas en Argentina. En esta se establecieron penas para los responsables, medidas de protección para las víctimas y protocolos de investigación. En 2012, la Ley 26.842 modificó aspectos clave, eliminando el requisito de consentimiento de la víctima y reforzando los derechos de asistencia y acompañamiento.
Asimismo, otro marco normativo vinculado a la regulación de este delito está el Código Penal, que tipifica la trata como un delito federal. En este contexto, el rol de la justicia federal es clave, pues tiene la competencia para investigar y sancionar los delitos de trata. Estos suelen implicar traslados interprovinciales o internacionales, además de trabajar en coordinación con fuerzas de seguridad y con organismos especializados.
Por otro lado, también existen normas laborales, migratorias y de derechos humanos que se complementan la legislación principal para garantizar un abordaje integral. Algunas de estas son:
- Ley de Contrato de Trabajo (Ley 20.744).
- Ley de Migraciones (Ley 25.871).
- Artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional que incorpora tratados internacionales de derechos humanos con jerarquía constitucional.
Instituciones y organismos en contra de la trata de personas
A nivel nacional, existen diferentes organismos que trabajan para erradicar, en la medida de lo posible, la trata de personas. Estas son:
- Ministerio de Justicia y Derechos Humanos: a través de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) y el Programa Nacional de Rescate.
- Ministerio de Seguridad: encargado de coordinar las acciones de las fuerzas federales en investigaciones y operativos.
- Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata: ofrecen asistencia psicológica, social y legal a las víctimas desde el momento de su rescate.
Además, el país colabora con organizaciones internacionales como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), entre otras.
¿Qué hace el Estado para combatir la trata de personas en el país?
El Estado argentino trabaja desde la prevención y control de estas redes a través de diferentes políticas y campañas públicas. Además, ofrece asistencia a las víctimas que han podido salir o han sido liberadas de las redes de trata a través de diferentes programas.
Prevención y control
Algunas de las acciones más importantes son:
- Campañas de concientización con enfoque educativo y mediático para informar a la población sobre la problemática.
- Controles en rutas y fronteras a través de operativos en terminales, rutas nacionales y pasos internacionales para detectar situaciones sospechosas.
- Protocolos de detección temprana que incluyen manuales y capacitaciones para funcionarios públicos, fuerzas policiales y trabajadores de la salud que puedan entrar en contacto con posibles víctimas.
Asistencia y protección a las víctimas
Por otro lado, la normativa argentina actual garantiza a las víctimas de trata las siguientes acciones de apoyo:
- La atención médica y psicológica inmediata y gratuita.
- El acceso a asesoría y acompañamiento legal.
- Programas de protección de testigos en casos de riesgo.
- Iniciativas de reinserción social y laboral.
¿Qué desafíos pendientes hay para erradicar la trata de personas en Argentina?
Pese a los avances legislativos e institucionales, aún hay desafíos importantes, empezando por la implementación desigual de las políticas de prevención y asistencia, que no siempre tienen el mismo alcance en todas las provincias. También existen dificultades en la cooperación entre provincias con los países de alrededor, lo que dificulta la detección de redes.
Por otro lado, aunque se ofrece asistencia a las víctimas, aún falta trabajar en los programas de reinserción laboral y social, que no son sostenidos en el tiempo. Y, sin duda, mejorar la calidad y consistencia de la información y los datos estadísticos que se tienen sobre el tema.
Recuerda: está en mano de todos terminar con este tipo de esclavitud moderna. Si sospechas que alguien está siendo abusado o explotado, no dudes en contactar con las autoridades competentes de tu país.